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Los deportistas que precisan corrección óptica deben saber lo importante que es usar sus gafas deportivas graduadas para poder obtener un buen rendimiento deportivo. Se requiere una agudeza visual perfecta para poder anticiparse a los movimientos, giros, velocidad de reacción y respuesta del adversario

 

 

En deportes de pelota donde el contacto físico es parte del juego, un balonazo, un codazo o un empujón puede ocasionar lesiones muy graves si no se usan gafas adecuadas.

El efecto de los traumatismos oculares puede ser muy grave en la práctica del fútbol. Un deportista de esta disciplina puede sufrir lesiones oculares severas, especialmente en el cuadrante temporal superior, por lo que resulta muy conveniente que use gafas de protección especialmente diseñadas para la práctica del fútbol con el fin de reducir los riesgos.

El 100% de los traumatismos oculares ocasiones por impacto del balón en el fútbol podría prevenirse con unas gafas de protección y, éstas deben ser graduadas.

Las pelotas mayores de 10 cm de diámetro causen difícilmente traumatismos oculares. En este deporte, la pelota es la responsable del 80% de los que se producen. Y la mayor parte de las lesiones de los deportes de balón son consecuencia del contacto con otros jugadores, con el balón o con ajenos al juego.

Antiguamente, los niños y adultos que jugaban al fútbol no llevaban sus gafas graduadas para jugar porque si sufría un balonazo mientras jugaba, podía hacer que el propio material de la montura y de las lentes, si se rompía, pudiera provocar un traumatismo en el ojo. Pero hoy día los materiales de las monturas y las lentes están fabricadas y diseñadas para soportar resistencia a los impactos.

Las gafas de protección deportiva son un complemento deportivo que cada vez gana más adeptos porque soluciona los problemas ópticos sin repercutir en el nivel de juego del deportista. Sobre todo, la parte de los “cristales” es muy diferente a unas gafas convencionales, ya que tienen que ser de un material como el policarbonato o el Trivex capaces de soportar el impacto de una pelota.

¿Qué riesgos pueden sufrir los ojos si no se lleva protección?

El riesgo más común es el contusivo, que afectará tanto al segmento anterior como al posterior, provocando lesiones en iris, retina y/o coroides. Sin embargo, cuando el traumatismo es por el balón, dadas las dimensiones del mismo, fundamentalmente en el fútbol, la órbita actúa como protector del ojo, recibiendo y disipando gran parte del impacto, sobre todo el arco supraorbitario.

Los párpados y la córnea son estructuras frecuentemente dañadas en forma de erosiones. Estas estructuras se dañan frecuentemente por un balonazo en la cara, un despeje de balón con un mal cálculo de la cabeza, etc.

Cuando se sufren ciertas patologías oculares como el glaucoma, desprendimiento de retina, desprendimiento de vítreo, el hecho de llevar unas gafas de protección hace que el impacto del fútbol sea amortiguado y absorbido por las gafas de protección, evitando que esas patologías se vean afectadas por el balonazo.

Curiosidades de futbolistas de élite que llevan gafas de protección para jugar

En el circuito profesional hay algunos futbolistas de élite que tienen problemas en sus ojos y tienen que llevar gafas para protegerse todos los partidos. Uno de los pioneros en el deporte en utilizar gafas de última generación fue el futbolista holandés Edgar Davids, que comenzó a emplearlas a finales de los noventa.

¿Sabes por qué Edgar Davids llevaba gafas cuando jugaba?

Gafas Edgar Davids_6Davids jugaba con unas gafas especiales desde 1999 por sufrir glaucoma, una dolencia que puede causar la ceguera.

El ex-futbolista y entrenador de origen surinamés, exjugador del  AjaxAC MilanJuventus, FC Barcelona e Inter de Milán, entre otros, Edgar Davids, poseía un gran poderío físico que le permitía ser un luchador dentro del campo, siempre con sus carismáticas gafas, que le permitían protegerse de una posible pérdida de visión. Siempre llevaba unas gafas para jugar al fútbol, parecía que jugaba con gafas de sol de moda, y, aunque se postulaba si era por daltonismo, la realidad era que las llevaba por un problema de glaucoma que le diagnosticaron.
El glaucoma puede derivar en una neuropatía óptica, que causa una pérdida progresiva de las fibras nerviosas de la retina, y que en casos de glaucoma agudo provoca una pérdida progresiva de la visión hasta llegar a la ceguera, incluso.

Cuando en el verano del 99 le diagnosticaron el problema, intentó solucionarlo con tratamiento oftalmológico, y cirugía incluso, hasta que una operación satisfactoria le devolvió el poder volver a la cancha. A partir de aquel verano, su imagen quedó asociada a la de unas gafas habitualmente negras, casi un antifaz, que le protegían de golpes o de balonazos.

Lentes y Gafas de protección fútbol

Las gafas pronto se convirtieron para él en una rentable operación. Se estrenó con la firma de moda en gafas Oakley y luego cambió a Nike. Por eso siempre que salía al campo, y robaba miles de balones para darle equibrio al centro del campo de su equipo, siempre se le distinguía por sus peculiares gafas, acompañadas de sus tan de moda carismáticas rastas.

Sufría glaucoma, una enfermedad del nervio óptico que puede provocar problemas de visión e incluso ceguera. El glaucoma se produce por un aumento de la presión intraocular que afecta al nervio óptico, encargado de conectar la retina con el cerebro. Davids se encontró en el verano del 99 en una seria encrucijada que ponía en peligro su carrera. La enfermedad suele manifestarse a partir de los 45 años y él, con 26, ya tenía algo dañada la visión periférica.

Las gafas de Davids tenían las lentes transparentes y llevan un cinta con velcro en la parte trasera para proporcionarle sujeción y evitar así que en un movimiento brusco se le cayeran.